La resiliencia es el proceso de adaptarse a la adversidad, a un trauma, tragedia, desastre por peligros naturales, amenazas, problemas de salud, situaciones estresantes, etc.
Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o angustias. El dolor emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido adversidades.
De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) algunos aspectos básicos para fomenta la resiliencia son:
- Gestionar la organización y coordinación para reducir el riesgo de desastre.
- Garantizar que todos los sectores comprendan su papel en la preparación y reducción de riesgos de desastre.
- Mantener actualizada la información sobre riesgos y vulnerabildiades.
- Evaluar los sistemas de seguridad de escuelas, centros de salud y organizaciones.
- Después de una catástrofe garantizar que las necesidades de los sobrevivientes sean el eje de la reconstrucción.
Puntos clave para la resiliencia:
Enfocarse en las experiencias y en sus fuentes de fortaleza personal del pasado, puede ayudar a identificar las estrategias para desarrollar resiliencia que funcionen de acuerdo a cada persona. Es importante mitigar a través de la prevención con base en el conocimiento.
Adicionalmente, es de suma importancia escuchar y atender nuestro mundo emocional, si te sientes cansado, triste, ansioso, irritable, con miedo, sin poder dormir o con falta de apetito es indispensable que atiendas tus emociones.
A continuación referimos 5 pasos para dar apoyo emocional en situación de crisis, aplicables a nivel personal, con tu familia, amigos, organizaciones y con los colaboradores de tu equipo de trabajo:
Referencias:
American Psychological Associtation
ONU-Habitat
Creo – Educación Integral
Si tienes preguntas y deseas apoyo con tu equipo colaborativo en situaciones de crisis, nosotros podemos apoyarte.
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Adriana Govea
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