La vida está llena de hábitos, buenos y malos, es igual de fácil tener hábitos positivos que negativos, pero transformarlos implica un esfuerzo y mucha fuerza de voluntad, un cambio de creencias y de valoración.
La respuesta está en ti, ¿Puedes cambiar tus hábitos?
- Conoce los hábitos que te gustaría adoptar. Comienza por hacer una lista a detalle de los hábitos que te gustaría cambiar o mejorar.
- Analiza las actitudes que te general conflictos. Si no has logrado identificar todos los malos hábitos o no crees que no los tienes, cuestiónate qué tipo de conductas generan conflictos en tu vida diaria y con las personas que te rodean, un ejemplo sería si llegas a tus citas tarde y esto causa molestia en las demás personas, si no tienes energía porque no te alimentas sanamente o si tienes un poco de sobrepeso y esto te desagrada.
- Haz conciencia de la importancia de cambiar los malos hábitos. Es importante concientizar de manera sutil, a la gente más cercana a ti de la importancia de mejorar sus hábitos, si lo hacen de forma simultánea será más fácil poder adoptarlos. Por ejemplo si alguien de tu familia compra comida chatarra y tú buscas alimentarte sanamente, es importante promover que no lo haga para que todos mejoren sus hábitos y su alimentación, en especial si esta persona padece sobrepeso.
- Arma un plan de acción. Una vez que has identificado los hábitos que te gustaría adoptar, es necesario que realices un plan de acción para llevarlo a cabo. El primer paso es hacerte consciente el hábito que deseas cambiar y monitorear tus acciones y patrones de pensamiento constantemente para identificar por qué reaccionas de esa forma. Lo siguiente será repetir todos los días el nuevo hábito durante al menos 30 días, es el tiempo mínimo en el cual se adopta un hábito. Por ejemplo si quieres comenzar a ejercitarte, hazlo mínimo 4 días a la semana durante dos meses, de esta forma tu cuerpo y mente se adaptarán a las nuevas actividades que realizas.
- Sé honesta contigo misma. Finalmente es necesario que seas objetiva y reconozcas si has seguido repitiendo los nuevos hábitos, analiza si ya sientes que forman parte de tu vida diaria. De no ser así, es importante analizar las causas que te impidieron lograrlo.
Los hábitos no son más que la repetición diaria de una actitud y de una disciplina. El mejor día para empezar a cambiar tus hábitos, es hoy. Si te detienes a pensar en todo el tiempo que toma cambiar un hábito, es probable que no lo hagas, lo importante es estar decidida y comenzar hoy mismo.
Adriana Alvarado