Todas las compañías, empresas, organizaciones desean que estos dos términos sean llevados a la práctica en sus equipos de trabajo, y en ocaciones podemos llegar a confundir los términos pensando qué significan lo mismo, pero no lo es, clarificaremos los conceptos con ayuda de ejemplos apegados a las realidades de muchos.
En la escuela cuando dejaban un trabajo de investigación desarrollo y presentación en equipos, era muy común que alguien tomara el liderazgo repartiendo tareas y asignándoles actividades a cada miembro del equipo, por ejemplo: Juan te toca investigar sobre los antecedentes, Pedro investigas sobre casos reales, Javier investigas sobre la aplicabilidad, Karen realizará la presentación visual y yo haré el reporte entregable. Todo esta excelente hasta ahorita pensando que el líder en cuestión ya conoce las habilidades y aptitudes de cada miembro del equipo; Juan, Pedro y Javier son buenos investigadores, Karen tiene buena creatividad en las presentaciones visuales con imágenes, animaciones etc, y por último estoy yo que me considero bueno redactando. Eso es una buen trabajo en equipo, porque al final cada uno realizó una tarea o actividad en busca de un objetivo en común que en este caso será una calificación final. Pero en este ejemplo el líder no estaba tomando un rol de líder sino de jefe.
Retomando el mismo ejemplo, un trabajo colaborativo podría ser: Juan, Pedro, Javier, Karen, tenemos un proyecto que realizar en conjunto para nuestra calificación final, les parece quedarnos después de clases para platicar al respecto. En esta plática que tendrían las personas involucradas en el proyecto, lo principal sería generar ideas de que se planea hacer, y cómo se haría. El trabajo colaborativo involucra a todos los miembros del equipo a participar activamente en el desarrollo del proyecto desde un inicio hasta el final, desde la planeación hasta la entrega y posteriormente lo ideal es darse Feedback mutuamente. Una de las características principales de la colaboración es que esta permite crear tejido social estable dentro del equipo. Retomando el ejemplo, se esperaría que cada participante exponga sus habilidades y entusiasmo ante este nuevo proyecto y no sería necesario la asignación de actividades porque se esperaría que cada persona tenga la iniciativa de realizar en conjunto todo el proyecto.
Pero como bien dije “se esperaría” en la realidad es muy difícil contar con el entusiasmo y compromiso de los colaboradores ante un nuevo proyecto.
La siguiente semana hablaremos sobre cómo podemos implementar un trabajo colaborativo en tus equipos de trabajo.
Jesus Loza.