En la vida cotidiana, nos encontraremos con muchos momentos de frustración, momentos que no planeamos y que nos deprimen. En el trabajo, lamentablemente, eso no es muy diferente.
Nos guste o no, siempre habrán circunstancias que nos dañen y que pensemos, “no hay solución”. Pero no tiene porqué ser así y, en muchas ocasiones, frustrarnos sólo empeorará las cosas y nos impedirá pensar con claridad.
En este artículo, vamos a hablar un poco sobre cómo manejar la frustración laboral y eliminarla de nuestro sistema. Dicho esto, Pero para entender mejor cómo atacar la frustración laboral, es necesario, saber la definición de frustración; la frustración se define como: “la imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo”.
En el ámbito laboral habrán muchos días en los que no podremos satisfacer un deseo o una necesidad, por eso aquí te dejamos 5 consejos para aprender a manejar la frustración laboral.
1. Toma la decisión correcta
La frustración se define como “la imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo”, y quizás estás frustrado porque el trabajo que tienes, por sus características, no te llena como persona.
No siempre vas a tener tu trabajo ideal y no siempre podrás emprender en lo que te gusta, pero lo que sí puedes hacer es conseguir un empleo que, aunque no sea perfecto, es algo que disfrutas y que te aporta.
No tomes un trabajo sólo porque sí. Piensa si la empresa y la posición realmente representan algo que buscas y que puedes disfrutar. ¡Esta decisión te ahorrará muchos conflictos y frustraciones en el futuro!
Si estás cómodo en tu trabajo, será mucho más sencillo manejar los problemas que puedan surgir y podrás ponerle buena cara al mal tiempo con mayor regularidad.
2. Ponte metas alcanzables
¿Quién no se ha puesto como meta al inicio del año bajar de peso? Yo sí (muchas veces, incluyendo este año).
Es un buen objetivo, con resultados buenos para tu salud y tu apariencia, pero requiere de mucha motivación y tiempo para conseguirse.
Quiera o no admitirlo, por mi ritmo de trabajo y terribles hábitos alimenticios, esta meta será complicada, pero no está lejos de mi alcance. Sin embargo, si mi objetivo es conseguir la figura de Hugh Jackman, es muy probable que me frustre al final del año.
Muchas veces esto pasa en el trabajo, ya sea porque queremos sorprender a nuestro jefe o porque queremos ser mejores, nos ponemos metas demasiado altas y cuando no las cumplimos nos desmotivamos y esto provoca frustración.
Por eso ponte metas reales, alcanzables y que no te consuman.
3. Pide ayuda
A veces se te va a juntar el trabajo, eso es una realidad a la que te tendrás que enfrentar. Sin embargo, eso no significa que debas afrontarla solo. En pocas palabras, ¡pide ayuda!
Entiendo que te pueda dar pena o que te llegues a sentir extraño, ¡pero no tiene nada de malo! De hecho, es mejor que alguien te ayude a que entregues un trabajo mal hecho o incompleto, ¿no lo crees?
Muchas veces el orgullo o la timidez nos impide salir de nuestro cascarón, pero no caigas en eso. Siempre es mejor pedir consejo, solicitar ayuda a algún colega o, incluso, decirle a tu jefe que te explique un poco mejor la tarea que te encomendó, a agobiarte sin necesidad.
Además, aprender a trabajar en equipo es una obligación en el mundo contemporáneo. Hoy en día, el mundo es mucho más rápido que antes y los clientes quieren todo más rápido. Si quieres seguirles el paso, lo mejor es que te apoyes en alguien más.
Por supuesto, si aprendes a trabajar en equipo te sentirás menos frustrado, ya que la carga se comparte con los demás y los resultados serán mucho mejores.
4. Aléjate de los chismes y las críticas
En muchos lugares, encontrarás personas que no están cómodas y que viven quejándose con sus compañeros de trabajo de todo lo que pasa en la empresa.
Te recomiendo que te alejes de estas personas tóxicas que lo único que hacen es transmitirte esos pensamientos y, peor todavía, esos sentimientos.
Al compartir tiempo con estos individuos, tu frustración aumentará y cada vez estarás más incomodo en tu trabajo, lo que te va a hacer menos eficiente y empeorará tu ánimo.
Lo mejor es que seas justo lo contrario a esos compañeros que sólo critican y ven todo lo malo. Conviértete en una persona alegre y motivada, y eso, además de ayudarte a dejar a un lado la frustración, le demostrará a tus jefes que eres distinto al resto.
5. Toma las críticas de forma constructiva
En cualquier trabajo te encontrarás con criticas o con comentarios referentes a tu trabajo y desempeño.
Lamentablemente, no todos aceptan estas críticas de manera constructiva, sino que se sienten ofendidos y piensan que los demás están mal y no hay nada que mejorar.
¡No seas una de esas personas!
Está claro que nadie puede manejar todos los temas a la perfección y siempre habrán cosas que mejorar. Por eso, siempre y cuando te las den con ánimo de ayudar, escucha las críticas y trata de cambiar. No dejes que el orgullo y la soberbia te impidan crecer.
Te aseguro que si sigues este consejo tu crecimiento profesional será mucho más rápido y, además, podrás aprender a manejar el estrés laboral más fácilmente, ya que no estarás encerrado en tus ideas y en como tú ves las cosas.
En resumen, sentir frustración es normal, no lo podemos evitar, especialmente en esas ocasiones en las que parece que el mundo conspira contra nosotros.
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