DIFERENCIA ENTRE ENTORNO VUCA Y BANI

Como seres humanos que somos, siempre hemos buscado describir la realidad con un lenguaje que nos permita simplificarla.

Si algo tienen en común ambos paradigmas tanto VUCA como Bani es que son representaciones simplificadas de la realidad desarrolladas con el objetivo de comprender mejor el contexto en el que vivimos.

Ambos conceptos nacen en época de cambios, actúan como mapas que dibujan el contexto de forma más ordenada, para permitirnos entender los sucesos.

Qué es el entorno VUCA

Cuando decimos que un entorno es VUCA, significa que nos encontramos ante un entorno que trae consigo una serie de desafíos, a los que la organización debe hacer frente, motivados por determinadas causas externas, El acrónimo VUCA surge en el ámbito militar, en la década de los 80 tras la guerra fría, intentando explicar un mundo complejo y ambiguo. Es el concepto que se ha venido utilizando en el ámbito empresarial desde entonces para definir estrategias a largo plazo que permitan tener en cuenta el entorno.

se caracteriza por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad.

V de Volátil (volatile): entendido como un entorno cambiante, poco predecible, en el que los sucesos se producen a una velocidad enorme.
U de Incierto (uncertain): entendido como la imposibilidad de saber a ciencia cierta los cambios que se van a producir aun con altos niveles de conocimiento. Consecuencia inevitable de la volatilidad del cambio.
C de Complejo (complex): producido por la confusión de los cambios. No somos capaces de presidir lo que ocurre y ello nos hace sentirnos desinformados. Debemos gestionar la complejidad en un entorno de incertidumbre.
A de Ambiguo (ambiguous): entendido como falta de claridad. La falta de capacidad de predicción hace que se vislumbren muchos escenarios sin consenso.

VUCA se ve como insuficiente y requiere incorporar nuevos elementos que complementen el modelo conceptual con el que nos aproximamos a la realidad.

Esta obsolescencia del modelo VUCA se ha visto precipitada, sobre todo, con el contexto de la pandemia mundial. Esto es, hasta el año 2020 se consideraba fiable y parecía útil en la explicación del entorno. Sin embargo, la pandemia y el Covid-19 ha roto todos los esquemas. Podríamos decir que en el 2020 el concepto VUCA ha caducado. Por ello, nació el acrónimo BANI, un término compuesto por las iniciales de las palabras inglesas Brittle (quebradizo), Anxious (que genera ansiedad), Non-linear (no lineal) e Incomprehensible (incomprensible).

Al ser frágil, estar ansiosos por encontrar la solución y ser no lineal se torna impenetrable y lo hace más frágil, nos pone más ansiosos y provoca menor linealidad

B.A.N.I. se define como:

Brittle: Un mundo frágil

Tanta volatilidad hace que las brechas y disrupciones sean más evidentes provocando sistemas más frágiles y quebradizos. Muchos de los sistemas sociales, económicos y tecnológicos con los que nos relacionamos son más frágiles de lo que aparentan. Su rendimiento puede desplomarse en el momento en que un input exceda de un determinado nivel.

Una buena práctica ante un mundo frágil es construir sistemas resilientes que nos ayuden a conseguir una recuperación más rápida en situaciones adversas y salir reforzados de las mismas. Además, deben estar basados en estrategias a medio y corto plazo, revisadas frecuentemente.

Ansiedad: Un mundo que genera ansiedad

La ansiedad es un estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo. Es tratar de traer el futuro al presente, e intentar que se resuelva todo rápida y favorablemente. El elevado nivel de incertidumbre e inseguridad al que estamos sometidas las personas provoca que vivamos con más ansiedad nuestro día a día. Esta situación demanda herramientas como: atención plena, autoconciencia, introspección, empatía, desconexión y confianza.

Para ser eficiente ahora no basta con hacer las cosas bien, sino tener también foco, disciplina y concentración para hacer las cosas correctas indicadas para cada momento.

No Lineal: Un mundo en el que causas y efectos no encajan

Acostumbrados a vivir en un mundo complejo con cierto decalaje entre la relación “causa y efecto”, nos enfrentamos a un mundo no lineal y ésto nos desestabiliza. Pequeños hechos pueden desencadenar grandes consecuencias o bien puede haber un desfase muy grande entre el origen y la secuela. Esta desproporcionalidad de las consecuencias nos sorprende y nos genera un sentido de constante urgencia. Contar con una visión sistemática ayuda a leer escenarios para adaptarnos a estas situaciones.

Incomprensible: Un mundo que no conseguimos aprehender

Lo ambiguo llevado al extremo se traduce en un mundo incomprensible. Observamos hechos que se escapan a nuestra capacidad de entendimiento, y que no podemos encajar en nuestros patrones habituales. Esta situación nos exige transparencia, desarrollo de la intuición y trabajo colaborativo.

El cambio como una constante.

Vivimos en un momento que implica saber que no sabemos todo, y que necesitamos adquirir competencias muy diferentes a las conocidas hasta ahora.

Es por esto que cada vez más las ‘soft skills’ se vuelven críticas, respaldadas por herramientas tecnológicas, para reunir y organizar los datos que nos brinden un mayor entendimiento.

Desde el punto de vista de la dirección empresarial podemos destacar los siguientes elementos a trabajar para operar en un entorno BANI: