Una emoción es la interacción de los pensamientos con las sensaciones físicas; para muchas personas significan miedo, ya que no saben cómo manejar las emociones, y optan por estrategias, como distraerse con otras actividades, para no hacer frente al problema
Las emociones son valiosas, ya que ofrecen una recompensa, siempre y cuando seamos capaces de hacerles frente de manera efectiva, ya que podemos aprender mucho sobre nosotros mismos y sobre nuestras necesidades, porque ayudan a conectar con los demás y conseguir grandes logros, como por ejemplo saber manejar el estrés, ya que esas personas tendrán sistemas inmunes sanos, que no se enferman con tanta frecuencia, y tendrán relaciones mucho más saludables, agitación en el organismo, enviada a través del sistema nervioso central que controla nuestras acciones y reacciones.
Las emociones te mueven y motivan te quitan o dan
ánimo, son reacciones complejas del cuerpo a
diversos estímulos. Los sentimientos son las secuelas
profundas de dolor o de placer que te dejan las
emociones en la mente y te suben o te bajan la moral.
Las emociones son el cimiento en la creación de
nuestro bienestar y éxito en la vida
La mente es la responsable del pensamiento, las
emociones, la creatividad, la memoria y el aprendizaje.
Las emociones forman parte de la historia de tu vida.
Del lado destructivo ocasionan conflicto, intolerancia,
destrucción y guerra. En el plano positivo inspiran
creatividad, son la causa de los inventos, de las
soluciones, de las relaciones y los placeres.
Para identificar las emociones, lo primero que se ha de hacer, es conocer lo que se está sintiendo, y elegir entre cuatro emociones básicas: ira, tristeza, felicidad y ansiedad.
Si tienes pensamientos sobre el futuro y sobre lo que puede salir mal, con sensaciones físicas, como latidos acelerados del corazón, músculos apretados y mandíbula apretada, debes de preguntarte a qué le tienes miedo. Es una emoción relacionada con la ansiedad.
Con pensamientos negativos sobre el pasado, y sensación de cansancio y pesadez, con posibilidad de llorar y dificultad para concentrarte, debes de preguntarte qué has perdido. Es una emoción relacionada con la tristeza.
Trata de determinar y de entender el origen de los sentimientos, ya sea en tus respuestas o en la de tu oponente.
Habla de tus sentimientos y de los de tu oponente; no trates de negarlos o reprimirlos, habla directamente de lo que estás sintiendo en ese momento.
Expresa tus sentimientos de una manera no conflictiva, mediante el uso de mensajes, como “me siento enojado porque….“, en vez de “Tú me hiciste enojar por….”.; explica tus sentimientos sin acusar a nadie, porque si eliges el segundo mensaje, centrarás la culpa en el oponente, haciendo que de una respuesta defensiva u hostil.
Reconoce los sentimientos de tu oponente como legítimos, ya que son tan reales y válidos como los tuyos; además es una manera de liberar esos sentimientos, para ocuparse de las cuestiones de fondo..
No reacciones a los estallidos emocionales, trata de controlar tus sentimientos; debes de escuchar y entender la fuerza de los sentimientos de quien habla, pero no reacciones emocionalmente a los tuyos, ya que es probable que haya una escalada de emociones y, por consiguiente un conflicto en su conjunto.
Trata de mantener la calma, y si es necesario abandona temporalmente la habitación, para pensar y calmarte, y así planificar una respuesta eficaz, en lugar de reaccionar de forma automática, que puede hacer que la situación empeore.
Usa gestos simbólicos, como disculpas, e incluso apretones de manos, ya que pueden ser muy útiles para expresar respeto y desactivar las emociones negativas.
En conflictos altamente emocionales, elige un mecanismo de resolución de conflictos, que trate directamente con lo que estás sintiendo como los procesos de diálogo.
Ahora que ya sabes manejar las emociones, sabrás mantener la calma y no reaccionar sin control ante una situación que te haga sentir mal, atacado o dolido. Esto te permitirá gozar de un mayor bienestar y sentirte mucho mejor contigo mismo.