Existen errores empresariales que se pagan caros en las empresas, tanto en las más pequeñas como en las más grandes. Existen errores de todos tipos, aunque en cada empresa tienen un impacto mayor o menor.
El miedo es el peor de los errores. ¿Por qué tener miedo a emprender, a crecer? Es necesario creer en tu idea. Hay quien piensa además que el éxito se encuentra a determinada edad, esto no es cierto ya que se puede alcanzar a cualquier edad. Si no se consigue el éxito en un primer intento es necesario seguir intentándolo
.La selección del nombre de la empresa es muy importante, casi tan importante como la calidad. Hay que cuidar el nombre así como lo que puede significar en otros mercados en los que se entra.
Pedir consejo es importante, pero pedir consejo a muchas personas es un error ya que puede retrasarse la toma de decisiones. También es necesario contar con asesores expertos en cada área, en caso de que se necesiten y se pueda contar con ellos, para que ayuden a tomar las mejores decisiones de temas que no se conocen tanto.
Realizar presupuestos equivocados es un gran error que se paga caro, sobre todo si los presupuestos suponen tener que trabajar más sin cobrar a mayores o tener que asumir los costos de los errores.
Hacer las cosas sin nadie más puede ser bastante complicado en la mayoría de las ocasiones, esto se suele hacer para ahorrar costos en momentos iniciales pero cuando empiezan a aparecer los clientes puede ser complicado conseguir hacer todo sin tener que delegar. No delegar es un error empresarial habitual, como lo es no saber delegar ni en quién delegar.
No saber elegir el mercado objetivo adecuado es un error. A veces se hace por querer ganar más dinero, por crecer, por no pensar bien la estrategia o por otras razones, pero se cometen muchos errores en la selección del mercado objetivo al que se quiere llegar.
No conocer el mercado o no planear bien la estrategia, no hacer un buen estudio de mercado, son errores importantes que pueden llevar al fracaso a nuevas empresas ya que se pueden cometer muchos errores por ello.
No saber negociar con los proveedores, no querer o no ser capaz de negociar, si no se negocia no se obtienen las mejores opciones y la empresa es menos competitiva.
Diversificar cuando no es necesario. En muchos negocios se requiere mejor una especialización que la diversificación, intentar hacer lo contrario puede ser un error que se pague caro, además si se considera que no es suficiente con lo que se gana en el negocio se puede vender productos o realizar servicios complementarios que permitan conseguir mayores beneficios.
No contar con liquidez, no saber si se puede acceder a la financiación, no contar con el dinero que se necesita para llevar a buen cabo el negocio. Y es que además se sabe que los primeros meses hay pérdidas y cuesta más retomar las ganancias. Calcular mal lo que se necesita también es un gran error ya que se puede llegar a la situación de no poder afrontar los gastos existentes.
Si deseas cualquier tipo de ayuda en tu empresa estamos para servirte con todo gusto
Laura Loza laura@integrandoequipos.com