Aprender a validar las emociones de manera correcta puede requerir práctica, ya que si no se practica constantemente no se podrá lograr. Validar una emoción consiste en hacer explícita la emoción que creemos que tiene la persona, e implica que la otra persona se sienta entendida, valorada y aceptada. Externar verbalmente lo que sentimos hace que esto sea mucho mas fácil, si eres de las personas serradas que les cuesta decir lo que sienten tienes un gran problema contigo mismo que debes empezar a trabajar hoy, ya que a la larga te puede afectar en tu salud. A continuación te presentamos algunos consejos para mejorar la validación emocional.
1. Estar presente
Existen muchas maneras de estar presente, pero en mundo en que vivimos no siempre lo estamos. Estar en atención plena (o conciencia plena) es el primer paso para la validación emocional. Algunas estrategias para conseguirlo son: coger de la mano a la persona que nos habla y atender a lo que dice, o emplear la escucha activa. Un ejemplo para que quede claro y puede que te haya pasado en tu vida universitaria, estabas en una clase fisicamente y a esto me refiero que tu cuerpo estaba ahí en el salón, pero tu estabas pensando en que ibas a comer o que ibas a hacer llegando a casa y cuando el profesor te preguntaba algo te quedabas con cara de ¿What?. Estar presente hace referencia que tu cuerpo y mente estén en el mismo lugar.
2. Escuchar y reflexionar
La reflexión objetiva se refiere a realizar un resumen objetivo de lo que la otra persona te ha dicho. Pero no cualquier resumen es válido, realizas un buen resumen prestando atención a sus reacciones y emociones, la reflexión te permite aprender y entender de manera más profunda lo que la persona te quiere decir, y de las mejores formas de reflexionar es el plantearte preguntas desafiantes, esto te ayuda a ver las situaciones desde diferentes perspectivas. Las preguntas desafiantes incluso te ayudarán cuestionarte tus propias creencias sobre el tema. Pero para realizar una reflexión objetiva, es necesario tener conocimiento de lo que la otra persona te esta compartiendo.
3. Entender la reacción de otras personas
En muchas ocasiones nos dejamos llevar por la intensidad de las emociones y no nos paramos a pensar en la causa en la reacción de otras personas. Es básico entender lo que el otro puede estar sintiendo o pensando. La habilidad de cada individuo respecto a identificar las emociones ajenas es diferente, y tiene mucho que ver con leer a las personas asi como percibirlas, a todos nos ha pasado que Persivimos cuando una persona esta enojada ya sea por su corporalidad o su tono de voz y mejor preferimos apartarnos de ella, esto es importante que lo empieces a trabajar ya que te ayudara mucho para entender a las personas. Pese a que no podemos leer la mente, podemos intentar averiguar que ha llevado a la otra persona a actuar de esa manera. Para entender la reacción de otra persona puedes animarle a hablar por medio de preguntas cuidadosamente seleccionadas, y expresiones que le permitan saber que entiendes cómo se siente y que estás dispuesto a escucharlo hablar de ello. Por ejemplo, “creo que te has sentido ofendido por el comentario que acabo de hacer” “creo que estas pasando un mal momento te puedo ayudar en algo”.
4. Entender la situación
Es importante tener conocimiento sobre la cultura y el contexto del otro. Por tanto, leer las emociones implica que con pocos elementos se puede formular una hipótesis sobre su reacción emocional. Esta hipótesis debe ser comunicada a la otra persona para que pueda expresarnos si estamos en lo cierto. Por ejemplo, con una persona que ha sido mordida por un perro, podríamos decir “debido a lo que te pasó con un perro hace unos años, entiendo que no quieras que mi perro se acerque a ti”. En pocas palabras debemos contemplar los factores externos que hacen que la persona se sienta o actué de cierta forma.
5. Normalizar las emociones
Entender las reacciones emocionales como algo normal ayuda a todo el mundo. Para una persona emocionalmente sensible saber que la mayoría de las personas se pueden sentir igual en la misma situación es beneficioso. Por ejemplo, “entiendo que puedas estar ansioso o nervioso. Hablar cara al público puede ser una situación difícil la primera vez”.
6. Tener una mente abierta a la experiencia emocional del otro
La aceptación y la mente abierta hacia la experiencia emocional del otro va a ser positiva para cualquier relación interpersonal. Independientemente de la emoción que la otra persona esté sintiendo, es su emoción y hay que respetarla. Es importante hacer lugar a todas las emociones, ya todas tienen un sentido.
Jesus Loza Delgado