En tiempos donde los cambios son más frecuentes y los escenarios inciertos, el contar con los datos más relevantes para tomar decisiones en tiempo real marcan la diferencia entre ser exitoso y fracasar. Por esto es esencial medir los temas clave, mirando hacia el futuro más que retrospectivamente.
El conocimiento más profundo de nuestra gente, desde aspectos que antes no considerábamos prioritarios como las condiciones de salud, las características de su entorno o de su grupo familiar; se suma a la necesidad creciente de entender sus necesidades y preferencias, estando en contacto frecuente con todos los niveles de la organización.
La pandemia aceleró muchas proyecciones sobre el futuro del trabajo, entre ellos el enfoque en la medición:
En un primer momento las mediciones se basan en estadísticas anuales con comparativos con mejores prácticas de otras compañías, industrias, y países. Comprando año a año y mirando hacia atrás. Monitoreando principalmente el ambiente laboral (Clima), desempleo y satisfacción.
Luego, se introdujeron termómetros sobre la efectividad de la gestión, encontrando tendencias y focos clave, mirando el presente. profundizando en el entendimiento de las dinámicas internas y condiciones individuales. Midiendo competencias, cultura, compromiso y riesgos psicosociales.
En este tercer momento, la perspectiva es la medición ágil de la experiencia integral de las personas en el trabajo, enfocado en la diversidad y particularidad de personas y grupos en múltiples dimensiones. Promueve un contacto constante con las personas para entender sus realidades y diseñar lugares de trabajo magnéticos. Este enfoque permite capitalizar data en tiempo real y tomar acción rápidamente, mirando hacia el futuro y dando mayor relevancia a la personalización más que al compararse con otros. El foco se encuentra en medir habilidades críticas pulsos y NPS.
Es así como, un aspecto que durante los últimos meses ha tenido un giro importante es la medición del desempeño. Desde hace algún tiempo venía cuestionándome la efectividad y practicada de los modelos tradicionales, ya que muchos empleados temen sus evaluaciones y no las ven como oportunidades de desarrollo y crecimiento. De hecho, algunos líderes no perciben valor en estos ejercicios ya que les suelen demandar mucho tiempo y no obtienen beneficios visibles al realizarlas.
Respondiendo a esto, las organizaciones han empezado a adoptar metodologías para que la valoración del desempeño sea menos cuantitativa y mas conversacional, aumentando la frecuencia del contacto, ayudando realmente a las personas a hacer mejor su trabajo. Josh Bersin en un estudio de resiliencia empresarial, descubrió que un proceso de gestión del rendimiento radicalmente simplificado con objetivos ágiles y feedback constante se correlaciona con una satisfacción del cliente mucho mayor porque las personas pueden concentrarse en lo que más les importa a los clientes.
Este escenario representa una oportunidad de oro para que las áreas de RRHH tomen un lugar protagónico en las organizaciones, pero también un desafío en la expansión de su foco y área de influencia. La transformación debe responder a ciertos desafíos que han emergido:
- Un futuro laboral y de RRHH más flexible, multidimensional y centrado en las personas.
- Mayor agilidad e interacción con las distintas poblaciones: Comprender profundamente lo que necesitan y prefieren las personas.
- Reconocimiento de la diversidad y las diferencias
- Trabajo colaborativo y multifuncional con todas las áreas de la organización
- Estar permanente conectados con el contexto local y global sobre los avances de la pandemia y las crisis futuras. Entendiendo las implicaciones en cada paso para reconfigurar las estrategias en tiempo real.
- Alineación cultural: Identificar los viejos hábitos que no contribuyen al futuro de la transformación necesaria del negocio, y conducir la reconfiguración de mindsets.
- Necesidad de aumentar la eficiencia en el trabajo a la automatización.
Los estudios sobre el impacto de la pandemia en las organizaciones muestran que, en todas las industrias, geografías y tamaños, las empresas más exitosas son las que se enfocan en las personas, equilibrando la supervivencia financiera, las necesidades tácticas de salud y seguridad, con prácticas de personal estratégicas y prospectivas, empoderamiento del empleado y un fuerte enfoque en la misión y el propósito.
En este escenario, el principal reto para RRHH es construir experiencias en el trabajo que promuevan que su gente se mantenga saludable, residente y productiva, mientras la organización sortea con éxito la incertidumbre y prospera.
Jesus Loza
Diana Rodriguez